¡No puedo esperaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrr!

domingo, 20 de marzo de 2011

El no tan secreto

Mañana empiezan las clases, y el revuelo en la Corporación ha ocasionado serios reajustes de horarios, especialmente para abril, tema en que las capacitaciones estarán a la orden del día.

Es un verdadero agrado salir a trabajar en las mañanas. Me estoy despertando antes que suene la alarma (y después sigo durmiendo chirrín chin chin), decidiendo que, por economías de todo tipo, el horario de fitness será en la mañana temprano: una ducha menos, menos consumo de agua, gas, jabón...

Y hay obsesiones en la Corporación: obsesión por fabricar bombas efervescentes de baño, por fabricar jabones caseros, obsesión por los aceites esenciales, de masaje, de exfoliación, de sal de mar, azufre...

Alix observa mientras la CEO machaca la avena en su mortero nuevísimo, en búsqueda del perfecto jabón-anti-reacción-de-hipersensibilidad-tipo-uno. Faltó el papel tornasol solamente.

Razielle observó y supervisó directamente la mezcla del prototipo de bomba efervescente, a ser comprobada en laboratorios universitarios mañana: tengo mi delantal, antiparras, guantes largos, extintor para incendios químicos... todo ok.

Estamos condimentando las jornadas laborales con experimentos de todo tipo, basados en la química más elemental: experimentos culinarios, experimentos cosméticos, experimentos logísticos (cambio del orden del aseo en el Edificio Corporativo, que permitió ahorro de 30 minutos en el aseo), experimentos biológicos... no me referiré mucho más a este último.

Aunque igual: los ejercicios de fitnes me dejan hecha talco, pero feliz. Hoy me duelen los muslos (isométricos), pero me siento bien. Dolor=placer.

Y mañana, a las clases. Me emociona un poco, es la verdad. Lo suficiente como para ponerme algo ideofugal.

¿Se notó? Cuando salgo contenta a trabajar, se me da mejor. Creo que mis horas de sueño tienen algo que ver con eso...

No era tal el secreto...