¡No puedo esperaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrr!

viernes, 15 de marzo de 2013

F= m x a

Estamos de vuelta después de una violenta reestructuración en el edificio corporativo. No, no me deshice ni traje ningún gatín nuevo a casa (no por falta de ganas), sino que he decidido disminuir la huella de carbono de la Corporación, y desde ahora las idas al mercado son en bici.

Siendo concienzuda, la CEO estudio laaaaargamente cuál sería el vehículo adecuado para estos periplos, dando el mejor resultado la bicicleta plegable.

Profundos estudios de mercado posteriores permitieron compensar las arcas corporativas, obteniendo lo deseado con el menor precio disponible, accediendo a la compra de una bici Tern modelo Link C7 modelo 2012, con parrilla y tapabarros, muy linda, y color blanco y gris y negro.

Inmediatamente al llegar, las felinas corporativas desearon saber en qué consistía semejante arterfacto, ya que no habían conocido antes uno. Razielle se limitó a oler y, tras 30 segundos, se subió a la caja y procedió a "adoctrinar físicamente" el cartón, mientras Diabolique la miraba con desdén. Alix... no apareció por estos lados hasta muy tarde, pero olió todo, se subió en todo, y luego se fue (como suele hacer siempre).

El objetivo de la bici es también ejercitarse, unos de los primeros viajes (el primero sola, de hecho), fue hasta la Península, unos 2 km, y luego de eso decidí que podía llegar al final de la ciclovía, y luego decidí que podía seguir por el paseo Baquedano hasta la plaza de armas. La ida... perfecta.

Habían instalado un dragón azul dentro del espejo de agua, con un caballero en armadura en la cola. Bien simpático. Subí y bajé por las rampas cerca del reloj central. Qué lindo paseo.

La bicicleta se comporta excelente, tal y como debería hacerlo aquello para lo cual fue construída, es ligera (por si hay que levantarla para atravesar alguna calle, son 12 kg aprox). El sistema de cambios permite superar los obstáulos como pendientes sin problemas... excepto si las piernas que le dan potencia no están muy buenas (jajaja).

Hora de volver a casa, a la residencia corporativa. Tomamos rumbo entre los rieles del trolleybus, pedalenado por el espacio paviementado con piedras lisas... muy grato.

El rol de los peatones es crucial cuando se anda en bici (Diabolique está de acuerdo). Hay que evitar arrollarlos, se hace necesario si se desea evitar una disputa legal, así que me retiro del lugar por el que venía pedaleando, y paso sobre el riel y su surco, de una manera muy-paralela-la-rueda-con-el-surco.

Es cierto lo que dicen... eso de pensar muchas cosas mientras vuelas y caes... cual hidroplano al acuatizar, solo que esta vez el hidroplano soy yo, y la quilla del hidroplano es, pues, mi abdomen, y me deslizo por el suelo mientras mis piernas se azotan con el marco de la bici, siendo esta última expelida en el sentido contrario. Aterrizo y me deslizo, me deslizo, medio metro "de güata" por el suelo, hasta que me detengo. Movilizo mis 4 extremidades y digo "no me rompí nada". Un Caballero Amable me ayuda a levantar (debe ser de los últimos en la ciudad), y me dice "¿está bien? ¿se rompió algo?". Le contesto "sólo el orgullo jajaja". Me sugiere que ande con cuidado, me pasa la caramagiola y se retira. Sip. Duele el orgullo, pero más duele la bici, revisémosla.

(Mientras tanto: en la Corporación, las colitas dormilonas se yergen, dicen "hay una perturbación en la Fuerza", se acomodan, y siguen durmiendo).

La bici soportó el golpe de manera excelente, solamente se salió la cadena. La volvemos a acomodar, todo en su sitio, y seguimos pedalenado de vuelta, la bici está perfecta, ni rayones.

Después de este momento físico-mecánico-newtoniano, bajo el control directo de las fuerzas de impulso, gravitacional, y el coeficiente de roce del suelo contra mi abdomen, es mejor conducir con cuidado.

Qué ganas de atropellar a los peatones que van distraídos por la ciclovía al regresar, pero un porrazo por día es suficiente, y el anterior fue un Porrazo-Campeón-Mundial de la Liga de Porrazos en Bicicleta. Falta cultura cívica a los peatones de Iquique, lamentable.

¿Habrán bocinas de bici que insulten? "¡Córrete, tonto!"


Pronto: la recuperación del accidente... continuará. =^o.o^=



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