Esta mañana me levanté a poner un mensaje a Mario por Chilexpress. Obviando el hecho que los vecinos otra vez me despertaron a las 500 am con su pachanga y que me tuve que levantar a pedir al conserje que solicitara una reducción en el volumen de la bulla, todo iba bien.
Al salir de Chilexpress, noté un cierto ruido en la bici, y tras poner mucha oreja, dime cuenta que era el freno delantero que raspaba contra el aro. Plop, no hay causa conocida.
Considerando el evitar daños mayores a la bici, en vez de caminar los 5 metros que me quedaban de separacion con la caleta (había decidido que quería almorzar mariscos), no compré ninguna cosa y simplemente me vine a casa, con el neumático haciendo un ruidito que no es molesto, pero antes no estaba, así que ahora me molesta. Ya, ok, sí es un ruidito molesto.
No logré encontrar el manual de la bici, ni idea donde lo guardé, así que lo descargué de la red. No me ayudó de mucho, busqué videos de ajuste de frenos, y el problema persiste tras ajustar los frenos 4 veces.
Sólo me queda suponer que tal vez la rueda está fallando, o de frentón no aprendí bien como se ajustaban los frenos, el tema es que esta pastilla que roza (es una sola) me tiene loca, y con esto murió mi salida a Bajo Molle mañana snif snif snif.
La primera baja del fin de semana. Y yo que dejé todo hecho para liberar el mayor tiempo para la bici posible. Ahora tendré que buscar algo por hacer... y eso, mis fieles lectores, es peligroso...
...podría involucrar agua, jabón y 3 colitas que me miran con desconfianza. O tocar el piano. O leer. O maldecir mi falta de bici snif snif snif.
Necesito un abrazo, un chocolate y un té. Y mi bici. Sobretodo lo último. :(
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