¡No puedo esperaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrr!

sábado, 29 de junio de 2013

Han ocurrido una serie de cosas extrañas...

Puedo contar que, al final, el correo de Copiapó si tiene un buzon afuera que sirve, lo revisan poco pero sirve, puedo contar que la ciclovía sigue igual de horrenda e irregular.

Me detendré en este punto, y tangencialmente diré que me inscribí en una cicletada de la ex-digeder (uff, el carné), actual IND, que resultó ser una pérdida de mi mañana dominical, supongo que esperaba otra cosa, y no 40 minutos de baile entretenido y 20 de bici... no sé, creo que a los demás sí les gustó, pero yo no me inscribiré de nuevo.

Las bicis fueron arregladas. Ambas, problemas de ajustes, frenos, múltiples idas al taller, supongo que es así al inicio, llevarlas al taller cada 2 meses hasta que se ajusten por completo, sigo pasando rabias con algunos frenos delanteros (específicamente dos: el de cada una de mis bicis), un problema mayor de ajuste de cambiador delantero, con desarmada incluída, pero al fin estrené la montañesa. 

Después de tanto tiempo usado una urbana, reconozco que me dio miedito andar en ella, pero el trasero no me dolió nada-nada. Según Mario, que cuando un gato anda en bicicleta de montaña se convierte en gato montés, o montañés, aún no se decide bien.

Está extremadamente frío en las mañanas en Iquique, la sensación térmica debe andar por los 4 grados, en la noche me veo en la obligación de usar guatero para abrigar los pies, ya que el jiuman no está. Las gatas literalmente se pelean por echarse al lado mio (mio  no tiene diptongo: mi-o, y no mío, no me acordaba como se escribe... parece que no le achunto hoy a los disílabos... ahh, la RAE dice que sí tiene tilde y hiato, entonces). Lado MÍO. Eso es la causa de constantes peleas gatunas, con arrancadas de pelo y rasguños, cuando Madre alcanza para todas. (Aunque no tan abundante como antes, ahora Madre está más delgada).

Y a propósito de madres, la madre de la CEO también recibió una carta. Creo que es imperativo escribir cartas, dada la poca asiduez a llamar por teléfono, ni pensar en enviar emails, que son extremadamente impersonales, no permiten dibujar ni escribir CaMbIaNdO las letras, esto es lo mejor que se puede hacer. Es infinitamente más personal enviar carta escrita a mano. Y si se es fanática de usar pluma, mejor aún.

A propósito de usar pluma, antiguamente se usaban unos artículos llamados escritorios de campaña, o ecritoire o escritoire o secretary, son una especie de cajitas que al abrirlas entregan una superficie inclinada para escribir, se puede poner el tintero, guardar las plumas, etc en ellos, y existen varios con algunos cajones secretos, una verdadera maravilla.

¿Por qué en Chile no venden de estas cosas? ¿Por qué no las envían a Chile los lugares extranjeros que sí las venden? Repitiendo una sentencia dicha hace algunos días luego de un acúmulo de frustración bastante importante, y parafraseando a Bender de nuevo, "¡¡¡me haré mi propio escritorio de campaña, con mesas de black jack y hombrezuelos!!!, es más, ¡olviden el escritorio de campaña!" (sí, sí, ya se que eran mujerzuelas, pero no ajustan bien a mi personita).

Se está haciendo necesario ir a buscar el calefactor a la bodega, hoy he puesto el cubrecama grueso en la cama, más 2 frazadas de microfibra, más la piecera, espero que funcione para atajar el frío en la cama, la verdad es que resulta muy raro esto, estamos llenos de camanchaca por todos lados, frío de los demonios, y eso que estamos al norte del trópico de Capricornio. El tiempo no puede estar más raro.

Muy bien, ya he terminado de quejarme del clima, el estado de los caminos (me quejé de la ciclovía), y me falta quejarme de la política.

...no vale la pena gastar el tiempo en eso, hay que reclamar y preocuparse por las cosas que tienen arreglo, la clase política no tiene solución.

Alix me abriga las piernas en este rato, o yo la abrigo a ella. O ambas, está en mi regazo mientras tecleo esto, sobre la manta con que me cubro las piernas, sentadas ambas a la mesa.

Preferiría estár en el sofá donde también está Diabolique, si solamente tuviera un escritorio de campaña para poder apoyarme...

...y ¡¡¡me haré mi propio escritorio de campaña!!!

Bah, eso ya lo había dicho.

Sip, son tiempos extraños. Ayúdanos Monesvol. Ramén.



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